Si un día te levantas y te das cuenta de que estás estresada en exceso por tu boda… tómate un momento, respira, relájate y date cuenta que a tooooodas nos pasó en un momento u otro. Es enteramente normal sentir estrés por tu boda: nadie dijo que el camino para planear un evento tal y como te lo imaginas sería fácil, pero tampoco tiene que ser imposible. Eso sí, a pesar de que se vea difícil, su recompensa sí tiene que ser cien por ciento satisfactoria.
Aquí te contamos sobre 7 señales a las que debes estar atenta (y cómo solucionarlas) para que no pierdas el ánimo de ser parte de la planeación de tu gran día:
1. La planeación absorbe TODA tu atención
Estás desayunando y revisando proveedores. Estás camino al trabajo y preguntándote sobre tu vestido, la música del evento o tu ramo. Sales a una cita con tu pareja y no puedes evitar pensar si tu lista de invitados está bien hecha y si el platillo que escogiste es el mejor. ¿Te suena familiar? ¡Entonces puedes estar sintiendo estrés por tu boda! El error más grande es hacer que tu día a día (y toda tu vida) gire alrededor de la planeación de tu celebración. Tienes que entender que tu planeación se tiene que adaptar a tus actividades, y no al revés.
2. Ya no disfrutas
Otra señal de que te estás estresando demasiado es simplemente dejar de sentir alegría por tu periodo de compromiso matrimonial y la planeación de tu boda. Tal vez un día te despertaste y ya no sentiste esa emoción por continuar con los preparativos...¿Pero por qué? Puede ser que estás intentando llenar las expectativas de otros en lugar de las que tú y tu pareja tienen. Quizás estás poniendo metas demasiado altas (y por lo tanto inalcanzables) sobre tu boda. Al final del día, tienes que sentarte con tu pareja y ambos tienen que discutir sobre lo que realmente quieren. Pregúntate esto para saber qué dirección tomar: ¿Prefieres pasar un periodo extenso de estrés por tu boda, o prefieres crear momentos emotivos con tu pareja que siempre recordarán?
3. Constantemente pospones planes
Otra señal de que estás expuesta a mucho estrés es posponer tus planes. Parece irónico, pero muchas veces cuando tienes muchas cosas por hacer, sencillamente no tienes la motivación para hacerlas. ¿Te suena familiar? ¡Es estrés! La mejor manera de combatir este sentimiento es aprender a delegar responsabilidades a alguien a quien le tengas confianza. Puede ser tu mejor amiga, tu mamá, hermana o incluso tu pareja. Saca de tu mente la idea de que toda la responsabilidad la llevas tú, recuerda que detrás de ti hay un montón de personas que quiere que tu día sea tan espectacular como maravilloso.
4. Estás muuuuuuy irritable
Otro signo de estrés por tu boda es la irritabilidad. ¿Te ha pasado que en el momento en el que algo sale mal te desmoronas y gritas, lloras y sientes mucha rabia? O tal vez alguien habla sobre tu boda y quieres salir corriendo por lo más mínimo que sea; el estrés por tu boda se puede manifestar de esa forma. ¡Pero no te preocupes! Intenta un ejercicio simple: respira profundo, mantén tu respiración 10 segundos y repite un par de veces. Vas a poder despejar tu mente, pensar con claridad y, por sobre todo, recordar por qué te estás casando. Recupera el enfoque de tu boda y ten siempre en mente esto: estás intentando construir un matrimonio, no un evento que durará sólo unas pocas horas.
5. Peleas en exceso con tu pareja
Si te das cuenta de que ya no puedes ver a tu pareja y constantemente pelean por los preparativos de su boda, tómate un descanso. Ambos comparten la responsabilidad de que todo el proceso que lleve al gran día sea de enamorarse más, de acercarse más y conocerse más. Eviten ponerse estándares muy altos, expectativas inalcanzables y siempre escuchen el uno al otro. ¿Qué te parece si en lugar de pelear conversan, y salen a cenar sin hablar de la boda? ¡Reconéctate con esa persona que te hizo decir “sí, me quiero casar contigo”!
6. Estás desarrollando malos hábitos
Una señal de que sientes demasiado estrés por tu boda puede ser un mal hábito. Comúnmente nuestra atención va directo hacia el alcohol y el tabaco, pero también puede ser morderse las uñas, comer en exceso, jalarse el cabello, morderse los labios, entre otros. Si empezaste a hacer alguna de estas cosas, pregúntate si la raíz es tu boda. Si contestas que sí, crea un sistema de apoyo que te ayude a coordinar las actividades de planeación. Será una oportunidad de crear lazos de amistad, reforzar el amor con tu familia, y la comunicación por tu pareja.
7. Estás intentando hacerlo todo
Y, finalmente, la última señal de que estás poniendo demasiada carga sobre tus hombros es que intentes hacer todo por tu cuenta. ¡Error grandísimo! Sí, este es tu día pero no estás sola. Contigo está tu pareja, familia y amigos. Juntos hagan de tu boda un día mega especial.
Por último: recuerda que tu gran día es único, irrepetible y especial, igual que el amor que tu pareja y tú se tienen. Nunca intenten replicar algo que no sea suyo.
Love,
Victoria.
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